Esperanza es una palabra que siempre tuvo presente
en su infancia pensó de modo inocente,
en el amor, la bondad y la buena intención
de todo ser humano sin distinción.
Hubo un tiempo en que el optimismo quiso irradiar,
que pensó en que aquello que no tuvo,
de quienes pudieron darle mas que lo material,
lo obtendría de alguien que pudiese escuchar,
el amor que quería entregar.
La vida le mostró otras cosas,
y con el tiempo perdió lo que en su infancia era don natural,
el dolor ajeno no le llega a importar,
encerrada en su propio bienestar,
el egoísmo no le hizo notar,
el sufrimiento al que hizo llegar,
y al que prometió no condenar,
a quienes a este mundo les fuese a enseñar.
Consolidando un ciclo duro para quienes a la vida trajo,
y que con su ejemplo seguirán sus pasos,
en un mundo marcado por materialismo vano,
que ya cada vez va perdiendo,
el cálido significado de la palabra humano...